En el departamento de vampiros , hoy en día la cosa está en crisis. Después de Crepúsculo estamos bastante jodidos respecto a la anterior imagen sacrosanta del vampiro über-complejo e infinito con verdaderas crisis emocionales y de identidad respecto a la humanidad y a su propia eternidad (y no respecto a su supuesto "amor" por una mortal cualquiera). Hoy en día el vampiro ha bajado su nivel a un status "Adolescente martirizado" después de jugar el papel de ser casi divino que nos regalaron por mucho años Bram Stoker y Anne Rice. El vampiro místico/erótico ha entrado a un estado de hibernación. Por lo pronto nos quedamos con esos personajes retro "zombie like": Seres mitad animal hambrientos de sangre. Y con eso me conformo. Prefiero esa otra cara de la moneda que la molesta situación de imaginarlos como un producto fácilmente digerible para adolescentes atormentados.
Y en eso entra Stake Land, una película tipo "survival" con una imagen del mundo conquistado por vampiros sedientos de sangre. Hay muchas cosas interesantes en Stake Land. La primicia es sobre un hombre maduro buscando el mítico lugar donde dicen que la invasión nunca llegó; en su camino encuentra a un joven que a partir de entonces le hace compañía en su viaje, poco a poco el grupo se vuelve más numeroso con una señora que huyó de una secta adoradora de vampiros y una joven embarazada. Juntos recorren en camino en búsqueda del lugar donde por fin podrán dejar de huir.
Admito que la narrativa es bastante lenta y por momentos aburre un poco, pero la idea original es para mi gusto muy buena.
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